Pocos años antes de jubilarme me tocó vivir mi último cambio en la dirección de la Hacienda Foral en la que trabajaba. Hubo un nuevo equipo de dirección y creo que fue en mi primer contacto con él cuando escuché el siguiente comentario:
- ¡qué obsoletas están las aplicaciones de Hacienda! ¿no os parece?
Me quedé un tanto sorprendido, se estaba planteando ya la reforma del sistema de información, con lo que durante un momento pensé que tenía conocimiento del sistema vigente que databa de los años 80 y de sus carencias, pero……..pronto me di cuenta de mi error.