miércoles, 14 de septiembre de 2022

¿Hay alguien al mando en mi centro de salud?



En muchas ocasiones queremos arreglar el mundo y no somos capaces de arreglar lo más sencillo y que realmente sí está en nuestra mano. Por ejemplo, mi centro de salud y cómo nos atienden.....

Está ubicado en un edificio de pisos reformado hace ya bastantes años. Evidentemente al ser una casa de viviendas tiene varios pisos pero el tamaño de la planta no es muy grande. La entrada da a una planta baja donde se nos presta la atención administrativa a nosotros, los “usuarios”.


Las escenas que se viven a diario en la planta baja son de tipo tercermundista. No quiero ni contar lo que se ha vivido durante la pandemia o lo que se vive en las épocas de vacunación. Pueden llegar a coincidir hasta tres colas a la vez, los que tienen consultas administrativas, los que se van a hacer análisis de sangre, los que se van a vacunar….y todo en un “patio de operaciones” que no llegará a 60 m².


Cuando me comencé a ocupar de asuntos organizativos trabajaba en una hacienda foral donde había días de vencimiento en que se atendía a miles de personas. Al asistir a la Expo de Sevilla me maravillé de la eficacia de los postes separadores con cintas retráctiles y enseguida contactamos con una empresa guipuzcoana que los hacía. Fue un gran avance en cuanto a ordenación de las colas de los diversos áreas de atención al público. En aquellos años, mi equipo y yo, siempre que se esperaba mayor afluencia de lo normal, íbamos a la zona de atención al público para replantear las colas si era necesario. Pero era el año 1992, ¡¡¡hace 30 años!!!


¿Porqué digo esto? Porque en mi ambulatorio hoy, insisto 30 años después, tienen colocados 2 ó 3 postes en línea en medio del patio como único sistema de ordenación y jamás he visto a nadie ocupándose, los días de mayor afluencia, de intentar mejorar el sistema. Sólo durante la pandemia había una especie de extraterrestre (el pobre se tenía que proteger con todo) que intentaba arreglar el asunto de la única forma que se puede, dejando a la mayoría en la puñetera calle esperando y dando paso de uno en uno según van saliendo otros. Mi tercera dosis de vacuna COVID que coincidió con la de la gripe me supuso una hora de espera en la calle jarreando como si no hubiese un mañana.


Ahora, ya nadie está en la puerta, el personal administrativo se esconde como puede tras los cristales de los mostradores, nadie sale a decir nada, parece que nadie es el responsable. Las personas mayores no saben dónde colocarse, si al principio de los poste o al final y lleva así funcionando desde que los pusieron. La zona de análisis y de vacunación también está en la misma planta baja y muchas veces coinciden todos. La sensación de que no hay nadie al mando es total.


Y todo esto ocurre cuando ya desde el año 2.000, ¡¡¡hace 22 años!!!, la mayoría de las administraciones pasaron a sistemas de espera sentados con eliminación de los mostradores (por cierto la Seguridad Social fue una de las pioneras) y pasaron a atención en mesa ayudados con sistemas digitales de gestión de colas. No hay que olvidar que las personas que frecuentamos los centros de salud no somos precisamente las más jóvenes.


¿Será que en mi ambulatorio no hay nadie al mando que se ocupe de reformar esta situación? y si lo hay ¿a qué se dedica?


¿Qué pasa, que hay que hacer obras y cambiar ubicaciones? ¡¡¡Pues claro que sí!!!


¿Tiene esto algo que ver con la falta de médicos?


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