Me toca ahora desahogarme en una de las cuestiones que más me enervan, la postura de los que defienden el libro en formato papel dando a entender, sutilmente eso sí, que es lo culturalmente más correcto, que pertenecen a un nivel superior. Me voy a permitir demostrar que las personas que eligen el libro en formato papel es porque no son
ni grandes ni medianas lectoras, es que leen muy poco y que los verdaderos lectores somos los que usamos los libros electrónicos...
Y precisamente por eso continúan con él. Cuando se defiende esta postura en público predomina, como siempre en muchos temas, la postura políticamente correcta a favor del libro papel y hacen quedar a quien la defiende como un snob que ha tenido una ocurrencia. Esta discusión, en todo caso, debería producirse entre personas que leen una cantidad de libros similar, pero eso sería pedir demasiada objetividad para lo que se lleva hoy en día. No obstante voy a demostrar que mi opinión es correcta.
La primera razón que me lleva a opinar como opino es la económica. No es mucho leer , bajo mi punto de vista, un libro a la semana y eso implica 52 libros al año que a 25€ de precio medio nos da la bonita suma de 1.300 € al año en libros. ¿Seguro que los que prefieren libro papel con pasta dura se gastan eso en leer? Permítanme dudarlo. De hecho cuando no existía el formato electrónico éramos muchos los que recorríamos las librerías buscando entre los libros de bolsillo títulos interesantes que lógicamente ya no eran novedad editorial y que más tarde que temprano salían con precio mucho más asequible. Eso implicaba tener tus listas preparadas y bucear entre los montones que solían colocar en grandes mesas para ir haciéndote con tus libros preferidos.
Eso nos lleva al siguiente apartado del debate. Los libros ocupan espacio y necesitan un orden que te permita encontrarlos cuando los vayas a buscar. No es extraño, si eres un lector asiduo, que te acabes juntando con 2.000 o 3.000 libros en unos cuantos años. ¿Cuántas estanterías son necesarias para contener 2.000 libros de formato papel con tapa dura? ¿y qué pasa si tienes que pintar o te trasladas de vivienda? Además, al principio resulta fácil tener los libros ordenados alfabéticamente e incluso ir dejando huecos en aquellos autores que crees que acabarán teniendo más títulos, pero tarde o temprano eso no es suficiente. Entonces viene el dilema, ya tengo que ir poniendo los nuevos libros a continuación del último y ya no tiene sentido el orden alfabético ¿creo una base de datos access o de una hoja de cálculo con autor , título, orden y ya de paso alguna anotación sobre si me ha gustado.... o me fío de mi memoria tanto para una cosa como para la otra?.
¿Y la lectura en sí? Yo he estado más 30 años yendo a trabajar en tren, he tenido esa suerte. Siempre con un libro en la mano para aprovechar. Tengo especiales recuerdos de arrastrar del tren a casa y al trabajo aquellos libros que no conseguí en formato de bolsillo como Bella del Señor, los Pilares de la Tierra, el Señor de los Anillos…. acababa con dolor de muñeca. ¿Y por la noche? . A mí siempre me ha gustado leer en la cama. ¿cuantas lámparas he probado con malos resultados y cuántas broncas he recibido para que las apague? .
En 2010 compré el primer lector de libros electrónicos, un Sony con pantalla táctil y con una funda con lámpara para leer por la noche. A la vez descubrí Calibre un software para almacenar y formatear libros electrónicos con una potente base de datos por título, autor, serie, etiquetas, año de publicación, etc y con la posibilidad de puntuar el libro. Ahora tengo otro lector con retroiluminación y ya puedo leer en la playa, en la cama, en el tren, en el dentista y lo llevo en un bolsillo de la chamarra. Gracias a Calibre sé cuantos libros he leído desde 2010, y de ellos sé cuales me han gustado más, de que serie son y de qué temática.
Por romanticismo, tras la última vez que pintamos la casa, me quedé con unos 600 libros en formato libro y han resultado un gran juguete para mis nietas y nietos que se divierten sacándolos de las estanterías y construyendo montones. Por supuesto no se me ha ocurrido volverlos a ordenar ¿para qué?. No obstante he de reconocer que a algunos libros en formato papel les tengo cariño y los protejo situándolos en las baldas más altas, pero cuando releo alguno, me ratifico en mi opinión, el formato papel no es para las personas que leen mucho.
Postdata de enero de 2023, me he encontrado una persona que ha tirado por tierra mi teoría, lee mucho, lee en formato papel y no tiene ningún problema para guardar los libros ni para encontrarlos. Es una lectora usuaria de la biblioteca pública. Me ha matado.
0 comments:
Publicar un comentario